domingo, 18 de diciembre de 2011

La Morenita celebró su día

Natalia Estefanía Botero
Editor: Mario Alberto Duque Cardozo


CON EUCARISTÍAS, PROCESIONES y con mucho fervor se celebró ayer el día de la Virgen de Guadalupe. Una ermita dedicada a ella y actividades que la honran hacen parte de la admiración que despierta.

Cada 12 de diciembre, el padre Manuel Antonio Bran Mesa, Manolo, como le dicen, tiene una cita infaltable. A las 4:00 p. m. celebra misa en la Ermita de Jesús, la parroquia dedicada a la Virgen de Guadalupe.

No es una eucaristía cualquiera. Le recuerda sus inicios como misionero, cuando el mapamundi le señalaba África, Paraguay o México.

Y como una especie de guiño desde el cielo —que él entendería después—, empezó su tarea con los indígenas zapotecas, en Oaxaca, México. En condiciones precarias, sin agua ni luz, Manolo tuvo una crisis con su ministerio.

Angustiado y al borde de renunciar, salió a conocer Ciudad de México y llegó hasta el Santuario de la Virgen de Guadalupe.

Pasó tres veces por la banda que deja ver el cuadro —de gigantes proporciones, que ni siquiera una explosión en 1921 logró destruir—. «Algo se me movió por dentro» —dice, todavía conmovido.
Al día siguiente supo dónde tenía que estar.

Ayer, el día clásico de la Guadalupana, Rodolfo Esquivel, Alejandra Jiménez y su hijo Fabián le regalaron un cáliz con el que Manolo celebró la eucaristía.
En Medellín, ellos, muy mexicanos, vivieron el fervor en la ciudad por la Emperatriz de América como también llaman a la Virgen que se ha convertido en todo un icono en la región.

En la Basílica de Guadalupe en México, la tradición es caminar de rodillas hasta llegar a la imagen impresa en una tela burda que no se ha borrado con el paso del tiempo y que está llena de simbolismos. Sus 129 rayos, sumados se refieren al número 12, el de los apóstoles; y en su pupila caben múltiples rostros que se han descubierto a partir de análisis.

Con esa fe que expresan los guadalupanos, en Medellín hay decenas de seguidores. Cuenta Gloria García, que cada miércoles en el restaurante de comida mexicana Milagros, que creó con su hermana Paula, se encienden las velas, a las 8:30 p. m., para honrarla. Y cada viernes se llevan papelitos con los pedidos a esta Virgen, la Morenita. En su memoria hay muchos milagros cumplidos que contar.

Dicen que solo basta hablarle al oído de forma sencilla, tal como ella lo hizo cuando se le apareció al indígena San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, y le dijo: «No temas. ¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?».

Opiniones
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@entreala
La Entretenimiento

No es una simple figura mexicana, su simbolismo y significado es la unión de los pueblos de América y Europa.

@franoguera
Fco Noguera Rocha

Porque, ni más ni menos, ésta es la Virgen de todos los de América Latina. Sobre todo de los nativos y aborígenes.

@lizeth_imda
Lizeth Lezcano

Sí, es considerada la patrona de México, como lo es para nosotros María Auxiliadora, pero son la misma María, la madre de Dios.

Nota del Blog Mariano:

El Restaurante Milagros queda en el barrio Provenza del sector de El Poblado de Medellín (Carrera 35 n.° 7-44 cerca de la iglesia de la Divina Eucaristía, su teléfono es 57-4-2662797). En el momento que pongo esta nota, no lo conozco, pero pronto me daré una pasada por allí.

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