Templo Parroquial de la Niña María
Este templo está localizado en el extremo norte del municipio de Envigado, Bosques de Zúñiga, y su feligresía es compartida conel extermo sur del municipio de Medellín, Los Amendros.
En ella se venera la Infancia de María, Madre de Nuestro Señor Jesucristo
La Virgen
Niña

Nada nos dicen
los libros canónicos de este suceso, pero es algo que se desprende de la misma
naturaleza de las cosas. Cuando los padres eran estériles y pedían a Dios un
hijo, ya por adelantado se lo ofrecían al Señor. Es lo que hicieron Joaquín y
Ana, según cuenta la tradición.
Así se expresa un
antiguo himno: «Los padres de la Virgen Soberana, en su esterilidad, alcanzaron
de Dios el gran tesoro, de esta Niña sin par. Cumplen su voto y al sagrado
Templo, de tres años no mas, llevan su prenda, que agradable hostia, en el
quiere morar».
Pero la razón
principal de este hecho reside en la persona de la Virgen Niña, aquella Niña
transparente, hermosa y bella, celestial princesa. Ha sido concebida sin pecado.
Gabriel la llama llena de gracia. Por tanto, se comprende que, como algo
espontáneo, al no haber estorbo alguno que lo impidiera, la graciosa Niña se
lanzaría intrépida hacia el Señor, como hacia un imán irresistible. Cuando Maria
contesta al ángel «¿cómo puede ser esto, pues no conozco varón?», da a entender
su consagración virginal.
Tendría prisa en
entregarse al Señor. El amor, en cuanto de sí depende, no permite ni dilaciones
ni distancias. Tendría la Niña unos tres años. Ni ella ni sus padres querrían
esperar mas. Ya había otros casos así.
Hay un lienzo de
Murillo con una linda escena. Santa Ana esta enseñando a leer a la Niña. Y lo
hace con la Sagrada Escritura. Maria sabría muy bien el salmo 16: «El Señor es
la parte de mi heredad y de mi caliz; Él es quien sostiene mi heredda. Cayeron para mí las cuerdas en lo más selecto y es exlente a mis ojos mi heredad». (Sal 16 5-6). («Dominus pars hereditatis meæ et calicis mei: Tu es qui detines sortem meam . Funes ceciderunt mihi in præclaris, insuper hereditas mea speciosa est mihi»).
Recitaría también
el salmo 84: «¡Cuán amables son tus moradas, Señor! Anhela mi alma y ardientemente desea los
atrios del Señor. [...] Bienaventurados los que moran en tu casa, y continuamente te alaban. [...] Porque más que mil vale
un día en tus atrios. (Sal 84; 2-3, 5, 11a). (Quam selecta tabernacula tua, Domini virtutum! Concupiscit et deficit anima mea in atria Domini [...] Beati, qui habitant in domo tua: in perpetuunlaudabunt te. [...] Quia melior est dies una in atriis tuis super milia). Escucharía el samo 44: «Oye,
hija, mira: dame tu oído; olvídate de tu pueblo y de la casa de tu padre. Que prendado esta
el rey de tu hermosura. [...] Enteramente gloriosa llega la hija del rey, su vestido es tejido de oro». (Sal 44; 11-12a, 14). (Audi, filia, et vide et inclina aurem tuamet obliscere populum tuum et dinum patris tui et concupiscet rex speciem tuam. [...] Gloriosa nimes filia regis intrinsecus, texturisaureis circumamicta). Asi estarla la Niña Maria.
Muchos pintores,
como Murillo, Jordan, Ticiano y Rafael, han plasmado, con fuerza y galanura, la
fiesta de la Presentacion. Sus padres abajo, como animandola, la Niña subiendo
las gradas, como volando, movida por las alas de un amor irreprimible, y arriba
el sumo sacerdote, de barba venerable y adornada la cabeza con la mitra de dos
cuernos, esperándola complacido.
Al servicio del
Templo pasaban algunos años de vida muchas virgenes. ¿Puede extrañar ver entre
estas virgenes a la que es la Reina de todas ellas ? Sí, hubo otras. Pero jamas
ojos tan puros habían mirado aquellos porticos. «Como lirio entre espinas», asi
era esta Niña entre todas.
Todo alli le
hablaba del Mesias, el esperado de las gentes. Y su tierno corazon se inflamaba
en deseos de su venida, le llamaba con ansias inenarrables, sin saber todavia la
excelsa misión a que la destinaba Dios. Alli se preparaba, en la oracion y
en el servicio, a recibir el gran mensaje.
Este día es un
día apropiado para que las almas consagradas renueven su consagración al Señor,
con prisa y gozo como Maria. Y repitiendo con ella: ¡Cayeron para mí las cuerdas en lo más selecto y es exlente a mis ojos mi heredad!
Otros aspectos del templo de La Niña María en Envigado
Altar Mayor con la imagen de la Niña María y el Crucifijo |
El crucifijo del altar mayor |
La imagen de la Virgen Dolorosa y una devota en oración |
Acercamiento de la Virgen Doloroza |
Prebiterio visto desde la Capilla del Santísimo Sacramento |
Capilla del Santísimo Sacramento |
El Sagrario |
Imagen de la Inmaculada Concepción en la Capilla del Santísimo Sacramento |
Otra vista de la Capilla del Santísimo Sacramento, Esta vez se incluye el área de los fieles |
Imagen Jesús Nazareno en la prisión |
Otra vista exterior del templo |
Tercera vista exterior del templo |
Mosaico con la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza (Macarena) en el exterior del templo |
Popule meus, en español. Escrito en bajo relieve |
Altorelieve de la Virgen maría |
Alto relieve de Jesús |
Patio donde los fieles conversan antes y después de la ceremonia |
Placa que identifica la parroquia e informa de los horarios de las misas. |
Laus Deo Virginique Matri
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